Aunque la gastronomía maltesa es típicamente mediterránea, la influencia de la cocina italiana, norteafricana y británica está muy presente, ya que su cocina es el resultado de su historía, por los pueblos que la han ocupado a través de los siglos, y de las peculiares circunstancias del archipiélago maltes, situado en el centro del Mediterráneo.
La República de Malta forma parte de la Unión Europea y está compuesto por tres islas: Malta, Gozo y Comino. La isla de Malta está 93 Km. al sur de Sicilia y 288 Km. al norte de África.
La República de Malta forma parte de la Unión Europea y está compuesto por tres islas: Malta, Gozo y Comino. La isla de Malta está 93 Km. al sur de Sicilia y 288 Km. al norte de África.
El conejo, fenek en maltes, es el plato más popular del archipiélago maltés. En malta normalmente el conejo se prepara guisado con verduras y vino.
Otros guisos muy comunes en la cocina maltesa son el de cordero y los bragioli, filetes de ternera muy finos rellenos de una mezcla de huevos duros, pan rallado y perejil cocidos a fuego lento.
Los entrantes más frecuentes son las sopas. La quarabaghli se prepara con calabacines, la minestra es una sopa espesa realizada con verduras frescas y queso rallado, mientras la sopa viuda es una mezcla de fideos, verduras y huevos, que se sirve acompañada de queso.
El pescado es uno de los principales ingredientes de la gastronomía maltesa. Aunque existe una gran oferta de pescado fresco durante todo el año, el preferido por los malteses es el lampuka, un tipo de caballa. Otros pescados habituales son el mero, pez espada, lubina, calamar, pulpo o sepia.
En cuanto a las verduras, hay una gran variedad de platos. La kapunata, similar al ratatouille francés, se elaborara con berenjena, pimiento, tomate y ajo y suele acompañar a los platos de pescado.
El pan (hobza) es excelente. Normalmente se unta con aceite y tomate, añadiendo encima aceitunas, alcaparras, ajo, vinagre, sal y pimienta.
El queso maltes por excelencia es el queso de cabra con pimienta, originario de la isla de Gozo aunque ahora también se elabora en Malta.
Muchos de los platos típicos de la isla de Malta se elaboran con masa, como por ejemplo el lampuki, una especie de pastel relleno de pescado con espinacas, coliflor, castañas y uvas pasas, envuelto en una masa crujiente. Los pastizzi (en la foto), son una especie de pastelillos calientes realizados con una pasta hojaldrada y rellenos de queso ricota o guisantes. La timpana es una especie de hojaldre con macarrones, se elabora con macarrones, carne picada y queso, recubiertos en una masa crujiente gratinada al horno.
CAFFE CORDINA
Fundado en 1837, el café más antiguo y famoso de Malta está situado en Republic Street, en pleno corazón de La Valletta, la capital de Malta. Además de cafetería, también cuenta con una tienda delicatessen de sus productos y un pequeño restaurante.
El edificio que lo acoge cuenta con una gran riqueza histórica. Primero fue sede del tesoro en tiempos de los Caballeros de la Orden de Malta, después oficinas publicas y posteriormente el Gran Hotel y el Casino de Malta.
Los techos están decorados por frescos del pintor maltes Guiseppe Cali, que ilustro los diferentes papeles desempeñados por la isla de malta a lo largo de los siglos. Recientemente, la familia cordina encargo los dos últimos trabajos en que se describen la independencia de malta y el nacimiento de la republica.
RECETA DEL CONEJO GUISADO
El conejo es una especie característica del litoral mediterráneo. Más pequeño que la liebre, pesa entre 1.5 y 2 kg, y de él se aprovecha todo en la cocina, incluidos el corazón, los riñones o el hígado. Es más apreciado el conejo de monte, de carne más roja, sabrosa, con menos grasa y lleno de aromas silvestres, pero en los mercados abundan los ejemplares criados en granja.
Con esta receta podrás preparar en tu casa el conejo guisado, uno de los platos más típicos en Malta.
Trocea 1 conejo y sazónalo. En una cazuela amplia añade aceite de oliva y dora a fuego medio los pedazos de conejo por todos los lados.
Baja el fuego, añade todas las verduras picadas (4 dientes de ajo, 2 puerros y 2 cebolletas) y sofríe todo, con cuidado de que no se queme, durante 10 minutos aproximadamente.
Añade 2 cucharadas de salsa de tomate, remueve y vierte ½ l. de caldo o agua, junto con una pizca de vino, blanco o tinto y guísalo durante unos 25 minutos, hasta que la carne este blanda y en su punto. Para comprobarlo aprieta con los dedos las partes más duras, como las patas traseras o la paletilla, y observa que la carne esta bien blanda y no ofrece resistencia.
Por último, retira la cazuela del fuego, comprobando también que la salsa queda reducida y adherida a los pedazos de conejo. Si no es así, retira la carne a un plato, reduce la salsa al fuego y vuelve a incorporar el conejo.
Por último, retira la cazuela del fuego, comprobando también que la salsa queda reducida y adherida a los pedazos de conejo. Si no es así, retira la carne a un plato, reduce la salsa al fuego y vuelve a incorporar el conejo.