El pasado 25 de junio de 2010 Víctor Salvador y su mujer Margarita se jubilaron con la misma humildad y sencillez con la que durante estos últimos 33 años han desarrollado su trabajo en el restaurante Chez Víctor de Salamanca.
La historia de éste establecimiento comenzó cuando Víctor Salvador emigró a París con 17 años, donde desarrolló su aprendizaje en el mundo de la cocina primero como pinche y después como jefe de cocina en varios restaurantes. Esta etapa de 13 años finalizó cuando Víctor y su mujer Margarita abandonaron París, la ciudad en la que se conocieron y en la que nació su hija, para volver a Salamanca, la tierra natal de Víctor, y abrir en 1977 el restaurante Chez Víctor al lado de la Plaza Mayor de Salamanca.
Aunque los inicios del restaurante fueron muy difíciles y al principio resultó chocante para los salmantinos, tras mucho trabajo y dedicación Chez Víctor consiguió triunfar en Salamanca. A pesar de ello a Víctor Salvador nunca le ha gustado ser protagonista, y mira que tuvo éxitos y podría habérselo creído, entre ellos conseguir en 1983 la primera estrella Michelín que tuvo Castilla y León y ser durante 23 años el único restaurante de la región distinguido con una estrella.
En cuanto al traspaso del local nadie ha querido seguir con el negocio y su hija ha elegido otros caminos. Después de medio siglo detrás de los fogones, la profesión terminó y el trabajo de Víctor y Margarita ya está hecho, por lo que ahora ya dispondrán de tiempo libre para sus aficiones y sobre todo, para estar con su familia y amigos, además de disfrutar de su nieta Nila y de la que viene en camino.
Victor Salvador fue el primero en proponer otra forma de entender la cocina y siempre se mantuvo fiel a su estilo, el de la buena cocina y el respeto por las cosas bien hechas. Su cierre marca el fin de una época, pero Chez Víctor siempre será una referencia para el mundo de la gastronomía en Salamanca y en Castilla León.
"NILA DE CHOCOLATE Y FRAMBUESA"
A lo largo de todos estos años son innumerables los platos y las creaciones de Chez Victor, como por ejemplo esta “Nila de chocolate y frambuesa”, uno de sus irresistibles postres con chocolate que dedicó a su nieta Nila.
Ingredientes (para 6 personas):
- 220 gr. de chocolate negro al 70%
-300 gr. de nata montada con 50 gr. de azúcar glas
-3 huevos enteros
-1 yema
-115 gr. de azúcar
-5 hojas de gelatina
-10 gr. de manteca de cacao
-1/4 l. de puré de frambuesa
Preparación:
Funde el chocolate al baño maría.
Monta la nata con el azúcar glas y mantenla en el frigorífico.
Bate los huevos y la yema con ayuda de un batidor eléctrico.
Prepara un almíbar a punto de bola con el azúcar y un chorrito de agua.
Pon a remojo la gelatina.
Una vez que los huevos hayan doblado de volumen, añade el almíbar caliente a punto de bola. Con la gelatina disuelta en caliente, sigue batiendo 5 minutos. Añade el chocolate fundido con la manteca de cacao. Mezcla con una espátula. Seguidamente añade la nata montada de dos veces y mézclala bien de abajo a arriba.
Por último, rellena moldes individuales o un molde grande y deja reposar 12 horas.
Presentación:
Servir adornado de copos de pan de oro, una hoja de menta, una frambuesa por ración y el puré de frambuesa.
La historia de éste establecimiento comenzó cuando Víctor Salvador emigró a París con 17 años, donde desarrolló su aprendizaje en el mundo de la cocina primero como pinche y después como jefe de cocina en varios restaurantes. Esta etapa de 13 años finalizó cuando Víctor y su mujer Margarita abandonaron París, la ciudad en la que se conocieron y en la que nació su hija, para volver a Salamanca, la tierra natal de Víctor, y abrir en 1977 el restaurante Chez Víctor al lado de la Plaza Mayor de Salamanca.
Aunque los inicios del restaurante fueron muy difíciles y al principio resultó chocante para los salmantinos, tras mucho trabajo y dedicación Chez Víctor consiguió triunfar en Salamanca. A pesar de ello a Víctor Salvador nunca le ha gustado ser protagonista, y mira que tuvo éxitos y podría habérselo creído, entre ellos conseguir en 1983 la primera estrella Michelín que tuvo Castilla y León y ser durante 23 años el único restaurante de la región distinguido con una estrella.
En cuanto al traspaso del local nadie ha querido seguir con el negocio y su hija ha elegido otros caminos. Después de medio siglo detrás de los fogones, la profesión terminó y el trabajo de Víctor y Margarita ya está hecho, por lo que ahora ya dispondrán de tiempo libre para sus aficiones y sobre todo, para estar con su familia y amigos, además de disfrutar de su nieta Nila y de la que viene en camino.
Victor Salvador fue el primero en proponer otra forma de entender la cocina y siempre se mantuvo fiel a su estilo, el de la buena cocina y el respeto por las cosas bien hechas. Su cierre marca el fin de una época, pero Chez Víctor siempre será una referencia para el mundo de la gastronomía en Salamanca y en Castilla León.
"NILA DE CHOCOLATE Y FRAMBUESA"
A lo largo de todos estos años son innumerables los platos y las creaciones de Chez Victor, como por ejemplo esta “Nila de chocolate y frambuesa”, uno de sus irresistibles postres con chocolate que dedicó a su nieta Nila.
Ingredientes (para 6 personas):
- 220 gr. de chocolate negro al 70%
-300 gr. de nata montada con 50 gr. de azúcar glas
-3 huevos enteros
-1 yema
-115 gr. de azúcar
-5 hojas de gelatina
-10 gr. de manteca de cacao
-1/4 l. de puré de frambuesa
Preparación:
Funde el chocolate al baño maría.
Monta la nata con el azúcar glas y mantenla en el frigorífico.
Bate los huevos y la yema con ayuda de un batidor eléctrico.
Prepara un almíbar a punto de bola con el azúcar y un chorrito de agua.
Pon a remojo la gelatina.
Una vez que los huevos hayan doblado de volumen, añade el almíbar caliente a punto de bola. Con la gelatina disuelta en caliente, sigue batiendo 5 minutos. Añade el chocolate fundido con la manteca de cacao. Mezcla con una espátula. Seguidamente añade la nata montada de dos veces y mézclala bien de abajo a arriba.
Por último, rellena moldes individuales o un molde grande y deja reposar 12 horas.
Presentación:
Servir adornado de copos de pan de oro, una hoja de menta, una frambuesa por ración y el puré de frambuesa.
1 COMENTARIOS:
Una larga vida dedicado a la buena cocina. Me da pena pasar por allí y ver que está cerrado...pero siempre recordaré el encanto de este restaurante, su deliciosa comida y los buenos ratos que hemos pasado allí.
Gracias Victor y Margarita, hasta siempre!
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